La ciudad de Ushuaia en manos de la DPE y de Solorza es un verdadero caos. Todas las principales arterias y el centro de la ciudad han sufrido cortes de luz durante toda la jornada y el organismo dependiente de Moisés Solorza no comunicó nada sobre la situación. Los vecinos de la ciudad exigen respuesta de forma inmediata, escriben y consultan a través del teléfono habilitado por la DPE, pero nadie responde.
Todos se preguntan: ¿Dónde está Solorza? Pareciera ser que el funcionario provincial, cuyo sueldo supera los 300.000 pesos al mes, prefiere dedicarse a las polémicas nacionales e incluso internacionales en lugar de resolver los problemas que requiere la Dirección Provincial de Energía de la provincia. Siempre involucrado en polémicas referidas a los principales escándalos de corrupción, en la defensa de Nicolas Maduro y del régimen chavista, pero sobretodo de su principal aliada política, la inestable Alicia Castro. Pareciera ser que los problemas por los que se debe ocupar le quedan grandes, o quizás para su delirante psicología, sean “asuntos menores”.
Por eso muchos le han puesto el mote de “el Trump del trotskismo Fueguino”. El mismo funcionario que por las redes sociales criticó al canciller Felipe Sola, al secretario de Energía de la Nación, Darío Martinez y al mismo Presidente, ahora no tiene tiempo para hacer un tuit explicando a los vecinos y a los golpeados comercios de Ushuaia por qué no hay luz, ni cuándo volverá. La joda del gobierno de Melella presenta facetas cada vez más grotescas y costosas para los fueguinos. A la pandemia del coronavirus, la pandemia de la clase política les está saliendo muy cara.
